Historia
Historia antigua y asentamiento.
La historia de Marruecos es rica y antigua, con influencias bereberes, árabes, romanas y europeas. Los primeros habitantes fueron los bereberes, y más tarde, los fenicios establecieron colonias comerciales. En el siglo VII, los árabes introdujeron el Islam, que transformó profundamente la cultura del país. Durante la Edad Media, Marruecos se consolidó bajo poderosas dinastías islámicas como los almorávides y los almohades, quienes expandieron su dominio a España y África del Norte.
Con el tiempo, el país resistió intentos de colonización, pero finalmente cayó bajo control francés y español a principios del siglo XX. Marruecos logró su independencia en 1956 bajo el liderazgo del rey Mohamed V. Desde entonces, ha sido una monarquía constitucional con influencias tanto tradicionales como modernas, y ha mantenido su identidad cultural fuerte, siendo uno de los países más estables del norte de África.


Geografía
Historia antigua y asentamiento.
Marruecos es un país diverso situado en el noroeste de África, limitado por el océano Atlántico y el mar Mediterráneo al norte, y por el desierto del Sahara al sur. El país está dominado por cuatro grandes cadenas montañosas, entre las que destacan las montañas del Atlas, que atraviesan el país de este a oeste y donde se encuentra el Jbel Toubkal, el pico más alto del norte de África. Al este, el Sahara ofrece paisajes de dunas y oasis, ideales para excursiones en camello.
Las ciudades costeras como Casablanca y Essaouira ofrecen hermosas playas, mientras que la capital cultural, Marrakech, está rodeada de palmeras y montañas, con su icónica Plaza Jemaa el-Fna como epicentro. El Valle del Draa y el Río Ziz crean paisajes verdes en medio de áreas áridas. Marruecos combina montañas, desiertos, costas y vibrantes ciudades, haciendo de su geografía una de las más variadas y atractivas de África.